Emotivo reencuentro de madre e hijo tras más de 50 años

Protagonista de esta historia en José Andrés Bravo Cifuentes, un humilde hombre de 56 años, oriundo de la comuna de Cabrero, región del Bío Bio, cuyo más grande anhelo era conocer a la mujer que le dio la vida y que por circunstancias de la vida no pudo criarlo.

 

Un emotivo reencuentro entre una madre y un hijo al que tuvo que dejar al cuidado de sus abuelos paternos poco después de dar a luz se produjo esta semana en dependencias de la 24ª comisaría de carabineros de Melipilla gracias a la gestión de la Oficina de Asuntos Comunitarios que dirige el suboficial mayor, Pascual Saavedra.

Protagonista de esta historia en José Andrés Bravo Cifuentes, un humilde hombre de 56 años, oriundo de la comuna de Cabrero, región del Bio Bio, cuyo más grande anhelo era conocer a la mujer que le dio la vida y que por circunstancias de la vida no pudo criarlo.

José quedó primero al cuidado de sus abuelos y al fallecer estos se fue a vivir con un tío.

Vivió prácticamente toda su vida en el sur del país, hasta que por motivos de trabajo se trasladó hasta la comuna de Las Cabras, en la Región de O´Higgins donde cayó en un estado depresivo.

Buscando ayuda, llegó a Melipilla para consultar con un médico quien rápidamente descubrió que José llevaba a cuestas una gran pena que arrastraba desde su infancia. Esa pena era justamente no conocer a su madre a quien sólo una vez vio en una vieja foto.

Gracias a ese médico, don José llegó a la oficina del suboficial mayor Saavedra, quien tras interiorizarse del caso se abocó a la tarea de de ubicar a su madre de la cual sólo sabía que se llamaba Erna Cifuentes.

Fue así, como tras intenso trabajo investigativo, carabineros logró establecer que Erna Luisa Cifuentes Olate registraba domicilio en San Bernardo, por lo que a través de la comisaría de esa comuna se logró dar con ella y se programó el viaje a Melipilla.

Fue así como el jueves, poco antes del mediodía, la señora Erna, acompañada de dos de sus hijas, bajó del furgón policial y se produjo el esperado encuentro. Madre e hijo se fundieron en un largo abrazo, en un momento en el que poco hicieron falta las palabras.

Ya más tranquilo, José intentó expresar lo que significó ese instante en el que pudo estrechar en sus brazos a la mujer que le dio la vida.

“Doy gracias a Dios por este maravilloso momento, por poder mirar a los ojos a mi mamita (…) Hace mucho tiempo que quería encontrarla pero nunca supe cómo. Ahora quiero conocer a toda mi familia, sé que tengo muchos hermanos, hay mucho que conversar y lo más importante recuperar el tiempo perdido”, indicó José aún entre lágrimas.

Por su parte, la señora Erna sin poder contener el llanto intentó hilvanar unas palabras para decir que también ella deseaba mucho ver a su hijo, pero nunca pudo buscarlo.

“Quise buscarlo muchas veces pero nunca lo hice porque yo tuve otra familia y mi esposo no me lo permitía. Así pasaron los años, tuve otros hijos, pero siempre tuve la pena de mi hijo José”.

La señora Erna agradeció especialmente a carabineros el trabajo que se dieron para lograr entre encuentro entre esta madre y su hijo que pese a los años transcurridos, se quieren sin cuestionar las  circunstancias que los llevaron a separarse.

Por su parte, el comisario de carabineros de Melipilla, mayor Hernán Montoya expresó que siempre es reconfortante cuando el trabajo que se hace da buenos resultados.

“Esta es una faceta distinta a lo que la gente conoce de carabineros. No sólo estamos para prevenir y combatir el delito, también hacemos este trabajo que cuando logra resultados positivos como ahora, nos reconforta enormemente”, concluyó el mayor.

 

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