Dramática situación atraviesa mujer de la población Obispo Lizama

  • Sin saber leer ni escribir, esta mujer además debe enfrentar otras barreras en su vida diaria. Depende 100% de su marido, quien la traslada de un lado a otro, sumado a eso, debe lidiar con una fuerte depresión, una enfermedad al corazón, otra a los pulmones y un extraño mal que no le permite caminar. Esta es la dramática historia de Gloria Bahamonde.

 

En el pasaje Papa Pío de la Población Obispo Lizama, vive Gloria Bahamonde, una mujer de 64 años, discapacitada y aquejada de enfermedades al corazón, pulmón y un extraño mal denominado elefantiasis, un síndrome que se caracteriza por el aumento enorme de algunas partes del cuerpo, especialmente extremidades inferiores e incluso órganos genitales externos.

En el caso de esta mujer, sus piernas son las afectadas por esta enfermedad, incluso, arriesga la amputación de una de ellas, a causa de un tumor, lo que la mantiene nerviosa ante los resultados de los múltiples exámenes a los cuales se ha sometido en la capital.

Instalados en el patio trasero de su domicilio, la mujer conversó en extenso con El Labrador y dio cuenta de todo el sufrimiento que esta enfermedad le ha significado desde los 3 años de edad.

“He tenido esta enfermedad desde chica, de los 3 años y me salió este tumor en la pierna hace poco, no sé por qué, he tenido hartos golpes, me he caído”, parte diciendo la entrevistada, quien asegura que a ratos se desespera por poder caminar y hacer una vida normal.

“Me dan deseos de caminar, me aburro mucho, me aburro”, señala y agrega que no es visitada por sus familiares del sector de San Manuel, los únicos que mantiene. “Mi familia no me viene a ver, ellos viven en San Manuel, pero no vienen a verme, los que sí lo hacen son personas ajenas a mí, amigos del campo con quienes comparto”.

 

DOLORES 

 

Llevar a cuesta una enfermedad como ésta, sumado a los traslados a Santiago, más el frío que impera por estos días en la comuna, significa un constante dolor para esta mujer que sufre por sus piernas, llora por no poder movilizarse y que en varias ocasiones piensa –como única salida- en la muerte. “Me duelen bastante, tengo que aguantármelas no más. Tengo depresión, me controlan la depresión pero tenía que ir un día al Sinapsis como a las 8 de la noche pero no fui, porque hacía mucho frío y me dolía mucho la pierna”, indica.

La vida de esta mujer no ha sido para nada fácil. Si bien es cierto, antes de permanecer en una silla de ruedas, podía desplazarse con muletas, lo cual le otorgaba cierta autonomía, la que tras la aparición de aquel tumor en su pie derecho, perdió y pasó a depender 100% de su marido, con quien mantiene una relación de más de 20 años y es el principal propulsor para mantenerla de buen ánimo y trasladarla en un triciclo a todas partes.

 

AYUDA

Gloria Bahamonde vive en precarias condiciones. No tiene luz, la comida escasea y su pensión es de apenas 60 mil pesos, del que debe pagar buena parte a una caja de compensación que le ofreció un crédito para comprar remedios.

La mujer además no cuenta con el dinero necesario para comprar pantys especiales, y debe envolver sus piernas con ropa en desuso. “Me da vergüenza mostrar, pero mi marido tuvo que hacer pantys de chomba, no puedo usar normales porque tengo las piernas muy hinchadas, muy hinchadas”, indica.

Debido a los pocos recursos con los que cuentan, esta familia necesita de mercadería y gas. Hasta el momento las autoridades no se han acercado hasta el domicilio de ambos a ofrecer ayuda, por lo que permanecen en el más absoluto abandono.

“Me da pena, me da desesperación, ganas de salir. Mi esposo me baña y hace todo para que yo esté bien. Me desespero, me desespero, me desespero, no quiero vivir más aquí, le tengo rabia a la casa, me dan ganas de morir”, finaliza.

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