Calzado escolar: debe ser holgado con un largo y ancho correcto

Próximo a iniciar las clases. Actualmente son muchas las familias que están haciendo las compras de uniformes y calzado escolar; por tanto, es importante que conozcan cual es el calzado escolar correcto.

Desde la Universidad San Sebastián fue realizado un reportaje y redirigido a este diario donde destacan la entrevista del doctor Cristián Ortiz, traumatólogo especialista en tobillo y pie de Clínica Universidad de los Andes quien afirmó que los zapatos deben tener un buen calce para cada niño, estén elaborados con productos de buena calidad y protejan los pies para evitar lesiones.

“Estas extremidades son fundamentales para nuestro cuerpo, ya que nos permiten desplazarnos y nos entregan equilibrio, por lo tanto, la comodidad y el confort debe ser una exigencia”, indicó.

En ese contexto, el especialista entrega algunas recomendaciones para elegir el zapato más adecuado:

  • Debe tener un calce perfecto. El calzado holgado, con un largo y ancho correcto, permite desplazarse con facilidad.
  • El material del zapato debe ser uno que se adapte a los cambios de humedad y volumen del pie. Puede ser de cuero o algún material sintético con estas características, como el que se utiliza en las zapatillas de trote.
  • Las costuras deben ser resistentes y suaves para que no produzcan heridas en la piel. Usar materiales que eviten irritación y otros inconvenientes.
  • Es importante usar calcetines de algodón, ya que esa textura permite tener una ventilación más eficiente del pie.
  • La planta del zapato debe permitir libertad en los movimientos, además de amortiguación y flexibilidad. En ese contexto, lo ideal es que tenga materiales flexibles, livianos y, por supuesto, antideslizantes para evitar caídas.
  • Es recomendable que el taco sea ancho y no supere los tres centímetros, ya que hasta esa medida el peso del cuerpo se distribuye de manera pareja. Además, se evitan lesiones como la opresión de los dedos, caídas, esguinces y fracturas.
  • El calzado se debe adaptar a la forma del pie, y no viceversa. El zapato se debe cambiar de acuerdo al crecimiento del pie.
  • Probarse el zapato al final del día, ya que en ese momento el pie está hinchado por los movimientos del día. En la mañana el pie está más deshinchado, por lo tanto, un calzado que quede ceñido en las primeras horas quedará aún más estrecho en la noche.

“Otro consejo importante es no comprar un zapato que sea un número más grande para que dure todo el año. Es cierto que el pie cambia debido a la etapa de desarrollo, pero un zapato grande puede producir accidentes. Lo primordial es la comodidad y el bienestar”, concluye el doctor.

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