Un formulario que deben contestar todos los pasajeros que provengan de Asia y aterricen en el aeropuerto de Santiago es la primera barrera que dispuso la autoridad sanitaria para pesquisar tempranamente un posible caso de coronavirus. Para ello, el documento consulta dónde estuvo la persona los últimos 15 días, si recorrió mercados de animales, tomó contacto con personas contagiadas y si siente algún malestar.
Las respuestas activarán una segunda revisión, esta vez física, que detectará eventuales cuadros febriles. Y este resultado será clave: si el termómetro supera los 37,5° se activará el protocolo que diseñó el gobierno para abordar los casos sospechosos y contener la propagación de la enfermedad en el país.
Cadena de aislamiento
El documento del Ministerio de Salud detalla, paso a paso, la forma en que se abordará a un eventual contagiado y fue enviado el jueves a todos los servicios sanitarios. Todo, para prepararlos ante la posible aparición de la enfermedad, que ya se ha confirmado en 28 países y deja 564 fallecidos, causando, además, un fuerte impacto en la economía.
Así, tras constatarse que hay fiebre en un pasajero que estuvo en las zonas de riesgo, un médico de enlace en el aeropuerto adoptará el protocolo, donde “la persona deberá colocarse en forma inmediata una mascarilla que cubra nariz y boca, además de separarlo de otras personas lo antes posible, de preferencia en una habitación individual”, indica la regulación.
En paralelo, se notificará a la seremi de Salud, que deberá ubicar a todos los ocupantes del avión que trasladó al caso sospechoso, para ponerlos en vigilancia a la espera de los dos test que se aplicarán al paciente: el primero, una prueba PCR, que en menos de seis horas arrojaría un resultado, y un segundo estudio, más minucioso, que en 48 horas tendría una confirmación con 99% de certeza, a partir del secuenciamiento genético del virus.
“Lo que hacemos es tener el control de todo lo que podría ingresar al país en términos de síntomas o personas sospechosas de contagio”, expresa Rosa Oyarce, seremi de Salud Metropolitana.
El paciente en sospecha deberá ser llevado a una ambulancia y para ello se tendrá que usar un área de tránsito especial, con la menor concurrencia posible de personas. Según indica el protocolo, el vehículo deberá tener una separación entre el conductor y la cabina, además de sanitizarse una vez concluya el traslado.
Desde la Seremi indican que el personal de los aeropuertos ya se encuentra completamente capacitado par abordar estas tareas.
Además, desde Salud se definió una lista de hospitales que recibirán a los casos sospechosos, para acotar su presencia en la red y concentrar la atención en unos pocos recintos. Según Arturo Zúñiga, subsecretario de Redes Asistenciales, serán más de uno por región: “La lista de los hospitales ya está en manos de los directores de servicio y la Seremi. La idea es que todos sepan dónde derivar a cada uno de los pacientes”.
El ingreso del paciente a estos recintos también debe ser alejado del resto de las personas y se prohíbe expresamente que ingrese a la sala de espera o las áreas comunes de atención. Y una vez dentro, todo mobiliario y arsenal que se destine a su tratamiento debe ser cuidadosamente esterilizado.
Los profesionales de la salud deberán ser rigurosos con los insumos para prevenir contagios. Y para prevenir quiebres de stock, Salud dispuso $ 10 mil millones para adquirir elementos que se destinarán a toda la red de atención. En total: 20 millones de guantes desechables, seis millones y medio de batas impermeables manga larga, siete millones de mascarillas y 700 mil litros de solución antiséptica de alcohol. Además, se incluirán 230 mil escudos faciales, un elemento poco visto en las atenciones de salud, que serán utilizados “para procedimientos invasivos que generan la expulsión de saliva”, explica Zúñiga.
El paciente quedará internado y aislado en el hospital hasta que se confirme su condición. Y si resulta positivo al virus, todos los ocupantes del avión que lo trasladó tendrán una vigilancia rigurosa: dos contactos diarios con la Seremi y se les solicitará medir su temperatura en la mañana y en la noche. Si reportan fiebre o malestar quedarán en aislamiento en sus hogares, mientras se activa el protocolo para hospitalizarlos.
Desde Cenabast, en tanto, informaron que esta semana quedará listo el stock en bodega por si algún centro de salud lo necesita y se coordinó una capacidad de distribución, en caso de emergencia, menor a 24 horas.
Asimismo, dentro de estas acciones preventivas se les solicitó a las facultades de Medicina tener disponibilidad de estudiantes de último año. Además, a las municipalidades se les pidió poder ampliar el horario de atención de consultorios y servicios de urgencia, en caso de requerirse.
En tanto, y pese a que se desconoce en qué momento la enfermedad podría llegar al país, las autoridades proyectan abril como un mes clave, considerando el tráfico aéreo y la velocidad de propagación del virus.
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