9 recomendaciones para una vuelta a clases exitosa

Ya falta poco para que se acaben las vacaciones de verano y comience un nuevo año escolar. En estos días previos al regreso al colegio, es común que los niños manifiesten diversos síntomas físicos y emocionales, que acompañan este período de cambio para el alumno y su familia. 

Susana Saravia, psicóloga infantil de Clínica Universidad de los Andes, afirma que este comportamiento es habitual, pero no debe durar más allá de dos a tres semanas luego de entrar clases: “A los niños les es difícil enfrentar los cambios y, para algunos, el proceso de adaptación puede ser lento, por lo que el ingreso a clases tiende a ser estresante. Entre las conductas emocionales más comunes está el aumento de la frecuencia o intensidad de las pataletas, sensibilidad emocional, ansiedad e irritabilidad. En tanto, las manifestaciones físicas pueden incluir desregulación del ciclo sueño– vigilia y cansancio físico”, explica. 

Para ayudar a prevenir estas situaciones, la especialista entrega algunos consejos prácticos a los padres: 

  1. Destacar el lado positivo de la vuelta a clases: Es importante que los padres realicen 

comentarios positivos cuando se acerca la entrada al colegio, refiriéndose a ello como algo entretenido, donde no solo se va a clases, sino también es un reencuentro con los amigos, profesores y espacios recreativos. Así como también reforzar positivamente de manera verbal los pequeños avances que el niño tenga en su proceso de adaptación. 

  1. Involucrarse activamente: Formar parte tanto del proceso previo a la vuelta a clases, 

como en el de adaptación. Esto implica hacer de un momento entretenido la compra de útiles escolares, que los niños formen parte de la elección de materiales y que puedan marcarlos en familia. También trabajar con los propios niños su proceso de adaptación, preguntándoles cómo les fue, cómo se sintieron y qué cosas pasaron, entregándoles un espacio donde puedan depositar sus principales emociones. 

  1. Recuperar rutinas y horarios una semana antes de la entrada a clases: Es necesario 

comenzar a ajustar el horario de acostarse y levantarse temprano varios días antes, ya que el cuerpo necesita acomodarse al cambio de rutina. Una buena idea es adelantar la hora de dormir de los niños 15 minutos por noche, así como también, el horario de levantarse. Además, incluir claves ambientales que le permitan predecir que pronto es la hora de dormir. Lo mismo ocurre con los horarios de comida, adaptar en la casa los horarios de comidas propios del colegio o jardín. 

  1. Indagar expectativas y promover el dialogo familiar en torno a temas relacionados a la 

vuelta a clases: Preguntar a los niños cómo se sienten acerca del regreso a clases y cuáles son sus expectativas al respecto. Demostrarle que se está enterado de lo que está pasando y que estarán disponibles para ayudar en caso necesario. 

  1. El ritual del día anterior a la entrada al colegio: Dado que el pensamiento de un niño en 

etapa escolar se caracteriza por ser concreto, es importante preparar juntos la mochila, dejar listo el uniforme, los zapatos y la colación. 

  1. Evitar el estrés en las mañanas: Mientras más tareas se dejen preparadas en las noches, menos complicadas serán las mañanas. Por ejemplo, dejar lista la mesa con las cosas del desayuno, la colación, los bolsos de deporte y todo lo que tengan que llevar al colegio. Esto implica prevenir estrés innecesario. 
  2. Fomentar las invitaciones sociales: Durante los primeros días de clases, se recomienda 

animar a los niños a invitar compañeros a la casa, con ello establecen vínculos con sus pares y tienen un tiempo entretenido con cierta relación con el colegio. Así, se les transmite que el ingreso al colegio involucra también mantener espacios recreativos. 

  1. Verbaliza y valida sus emociones: Ponerle en palabras lo que siente y validarlo, por 

ejemplo, “estás nervioso, te entiendo”. Si la situación lo requiere, explicarle lo que le pasa y ayudarlo a buscar una solución. Como padres, es necesario entregar tiempo para conectarse con los hijos en su proceso de adaptación. El juego para el escolar es una de las mejores formas. 

  1. Prestar atención a las despedidas: Para los niños pequeños, uno de los motivos de 

angustia con el ingreso al colegio es la despedida. Estructurarla, es decir, hacer lo mismo siempre con la finalidad de generar un patrón, le permite al niño ordenar y hacer predecible un momento angustiante. Por ejemplo, tener un abrazo especial para dichos momentos. 

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