ANUALMENTE 700.000 PERSONAS FALLECEN A CAUSA DE SUICIDIO

Datos del 2021 brindados por la Organización Mundial de la Salud estiman que aproximadamente 700.000 personas fallecen al año a causa de suicidio. Según el MINSAL, en Chile durante el año 2020 hubo 1.590 muertes por este motivo y es por ello que cobra  especial relevancia el Día Internacional para la Prevención del Suicidio, que se conmemora cada 10 de septiembre.

De acuerdo al psicólogo de Nueva Clínica Cordillera, Hernán Pérez, el suicidio se debe observar como un fenómeno multifactorial, pues “los estudios apuntan a que los gatillantes puede ser múltiples, pero sí pueden haber algunos elementos comunes involucrados para que una persona llegue a tomar tal drástica decisión”. Entre estos factores Pérez destaca la sensación de carencia de redes de apoyo, la percepción de soledad, la desesperanza, los problemas económicos, contextos socio-culturales, discriminación y el desamor.

Este año, la conmemoración organizada por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y avalada OMS, tiene como consigna “Crear esperanza a través de la acción”. En este sentido, el psicólogo de Nueva Clínica Cordillera, hizo hincapié en la importancia que tiene el entorno de un individuo que está atravesando circunstancias de este tipo y las implicancias que podrían generar una adecuada contención.

“Quienes rodean a esta persona deben prestar especial atención a cambios abruptos en su estado de ánimo, comentario o frases carentes de esperanza, aislamiento social, alteración en su apetito, alteración en su higiene de sueño (insomnio de conciliación y/o mantención frecuente), angustia persistente, llanto fácil, conductas autolesivas, aumento del consumo de alcohol o uso de drogas, inestabilidad emocional, mutismo o inexpresividad de lo que siente”, indicó Hernán Pérez.

¿QUÉ ROL CUMPLEN LAS REDES DE APOYO?

El especialista de Nueva Clínica Cordillera explicó que muchas veces las personas que se cuestionan el hecho de continuar con vida, no se sienten capaces de pedir ayuda profesional por sí mismos, y es en ese punto en la que se deben activar sus redes de apoyo.

El psicólogo afirmó que estas redes “se deben entender cómo las personas más próximas al individuo, que puedan prestar el auxilio y la confianza para que la personas en cuestión logre salir adelante” y detalló que estos círculos pueden ser desde amigos o amigas, hasta familiares como hermanos, madre, padre e incluso compañeros de trabajo o vecinos, que le brinden un espacio cálido y de contención para que la persona pueda sentirse en una zona segura y de confianza.

En esa línea, Pérez destacó que es a partir de este vínculo, dónde se pueden poner en marcha las acciones frente a eventuales ideas o intentos de suicidio, tales como solicitar hora con profesionales de la salud mental y añadió que “mientras más personas se puedan tener como parte de la red de apoyo, más respaldo y menos solo se sentirá la persona que afronta estas vicisitudes”.

Por último, el profesional de Nueva Clínica Cordillera señaló que de acuerdo a las estimaciones, por cada suicido consumado existen al menos veinte o más intentos de suicidio y por ello, recalcó que esto denota “la necesidad de poder entregar un programa de prevención focalizado, en los distintos dispositivos de salud y establecimientos educacionales” en función de la real prevención del suicidio.

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