Test rápidos Covid-19: ojo con los falsos negativos

Especialistas hacen un llamado a utilizar estas pruebas de manera responsable, pues su mala aplicación e interpretación puede generar resultados poco fiables, contribuyendo a la expansión del patógeno

 

El desconfinamiento gradual es una realidad, por ello muchas personas han vuelto a sus actividades presenciales. Esto ocurre pese a que el SARS-CoV-2 sigue circulando entre la población, razón por la que las autoridades sanitarias hacen un llamado a continuar con los cuidados, manteniendo cordones sanitarios y labores de pesquisa de casos positivos.

 

Bajo este contexto, la adquisición de pruebas rápidas para la detección de Covid-19 es la alternativa que muchos han tomado para saber si son o no portadores del virus. “Esta medida, adoptada en algunos grupos familiares, responde a la necesidad de monitorear posibles contagios, pero es necesario tener algunas consideraciones antes de utilizarlos”, explica Valentina Jara, académica de Tecnología Médica de la Universidad San Sebastián (USS), especialista en Laboratorio Clínico.

 

La docente sugiere que la compra de estos test sea guiada por un especialista, de lo contrario existe el riesgo de que aparezcan falsos negativos. “Esto ocurre porque el desempeño de un test rápido está dado por su especificidad y sensibilidad, parámetros que se afectan acorde al contexto y las condiciones en las que se toma la muestra, influyendo directamente en resultados no confiables”, explica la experta.

 

El análisis de los test que circulan en Chile  

 

Esta arista fue abordada por un equipo tesista guiado por la académica, quienes analizaron el desempeño de 9 pruebas rápidas de circulación nacional, de ellas, 3 sin certificación del ISP. “Pudimos evidenciar que las condiciones en las que fueron testeadas por los fabricantes no corresponden a la realidad en la que se pesquisa en los pacientes, ya que ellos las evaluaron en condiciones ideales, las que se pierden cuando realizo el test en mi casa, en un stand o en la calle”, explica Estefany Ocarez, una de las investigadoras.

 

Debido a lo anterior es que los test son calificados como operador dependiente, “lo que quiere decir que su resultado puede verse alterado e invalidado debido a las malas prácticas durante su realización e interpretación, por esto es importante que sean realizados por profesionales capacitados en su manejo, como un tecnólogo médico de laboratorio clínico”, agrega Valentina Jara.

 

En este sentido, otro factor a considerar es la capacidad que tienen estas pruebas para la detección de inmunidad. “La formación de los anticuerpos, que son los detectados por los test rápidos, es demostrable desde la segunda semana posterior al inicio de los síntomas, por lo tanto, la sensibilidad aumentaría a partir del día 8 post infección. Por ello es importante realizar la prueba en el momento adecuado, no el día después de un contacto o posible infección, ya que uno se arriesga a interpretar que no tiene el virus en momentos en que este está comenzando a actuar en el organismo”, puntualiza Solange Cavieres, otra de las miembros del equipo.

 

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