En medio de la pandemia de COVID-19 y de recortes presupuestarios: HOSPITAL TALAGANTE

HOSPITAL DE TALAGANTE REDUJO DRÁSTICAMENTE MILLONARIA DEUDA DE ARRASTRE DURANTE EL RECIENTE 2021

 

  • Desorden administrativo, deficiencias de procesos y sumarios administrativos completan el rostro de una año casi de miedo, pero también de logros en el establecimiento de salud.

 

Mientras el área médica y clínica hacía frente a las distintas oleadas de Covid-19 y los efectos de la pandemia durante el reciente 2021, el segundo piso del área administrativa del Hospital de Talagante enfrentaba otra situación tan compleja y urgente.  Equilibrar la balanza entre lo que se debe y lo que se recibe fue lo suficientemente difícil como para motivar a la Multigremial a manifestarse pacíficamente por la falta de recursos de variado tipo, sin embargo, a fin de año aquella brecha del orden de los 3 mil 500 millones de pesos se redujo de manera significativa.

Una bola de nieve y las responsabilidades administrativas

Según el director del Hospital de Talagante, Claudio Román Codoceo, esta bola de nieve comenzó a vislumbrarse hacia septiembre y octubre del año 2020 cuando una decena de prestadores comenzaron a presionar por el pago de servicios y/o venta de insumos realizados antes de su llegada.  Añadió que luego de las primeras indagaciones para pesquisar los antecedentes de tales compromisos comerciales y dilucidar su veracidad, se estableció que tales compras se realizaron sin el debido respaldo administrativo y la deuda era real.

“La orden de compra es el instrumento mandatario y es un título ejecutivo que permite al proveedor generar la factura y el posterior pago de esta a través de Tesorería General de la República, que es la institución pública encargada de pagar la factura.  Luego de una auditoría interna detectamos más de 2 mil 300 millones de pesos de compras sin respaldo presupuestario y sin órdenes de compra”, afirmó el Director del Hospital de Talagante, quien comienza a develar con mayor precisión las dificultades presupuestarias que hubo de enfrentar.

“El efecto fue muy claro, que durante el año 2021 comenzamos a pagar las deudas de todas estas órdenes de compra que no se efectuaron y facturas por cobrar, como ya mencionaba, por un total de 2 mil 300 millones de pesos, más una deuda flotante del establecimiento que bordeaba los mil 200 millones de pesos.  Es decir, hablamos de 3 mil 500 millones de pesos en materia de deuda”, acotó Claudio Román sobre el déficit con que avanzaba la gestión financiera del establecimiento al término del tercer trimestre del año pasado.

Sin duda se estaba frente a una situación de desorden administrativo-contable, razón por la cual, según el director del establecimiento, se solicitó la apertura de una investigación sumaria para determinar los alcances y responsabilidades funcionarias respecto de estos hechos, mediante la resolución exenta 0152 del 21 de diciembre de 2020.  “Este sumario administrativo aún no culmina, hay un proceso de apelaciones por parte de 2 funcionarios, que están con una medida propuesta de destitución como funcionario público por las responsabilidades que les asisten en este tipo de compras propiamente tal”, precisó Claudio Román.

A recuperar lo perdido

Según el profesional del área pública con el propósito de continuar enfrentando la pandemia y, al mismo tiempo, avanzar en la reducción de la deuda de arrastre, “desarrollamos la estrategia de maximización de los recursos, pero al mismo tiempo de generar un sistema de compras mucho más efectivo en términos de tiempo, calidad, y volumen”.  Como ejemplo, comentó Román, en lugar de adquirir 5 mil mascarillas, se compraron 400 mil mascarillas de una vez y así se logró un precio más ventajoso y una entrega única del insumo estimado para 6 meses de funcionamiento del Hospital de Talagante.

Otro aspecto a mejorar fueron ingresos que puede autogenerar el servicio a partir de su desempeño y cobro de prestaciones realizadas, sin embargo, identificaron una baja en materia de registro y, por lo mismo, se capacitó al personal, de modo que si se administraba un fármaco o se practicaba un examen al paciente, esto quedaba registrado para solicitar su pago al Fondo Nacional de Salud (Fonasa).  “Yo diría que solamente por materia de registro mejoramos en materia de producción casi un 12% y eso da cuenta efectiva de recursos que ingresan posteriormente al establecimiento”, subrayó el director.

También se procedió a registrar la cantidad y complejidad de camas del Hospital de Talagante, por cuanto a raíz de la pandemia el establecimiento creció de 6 camas UCI iniciales a 29 camas con ventilación mecánica y de 11 camas UTI se elevó a 38 camas de tratamiento intensivo.  “De manera tal que Fonasa viera que, efectivamente, el paciente que estaba en esta cama, estaba en una cama debidamente sancionada, equipada, y tripulada por el personal requerido para ser reconocido como cama de UTI y eso también tiene un impacto”, esgrimió Claudio Román, quien indicó que debido a esto el Hospital de Talagante recibió paciente de otros lugares del país.

El recurso humano Covid también contribuyó

Asimismo, a pesar de la reducción presupuestaria de 2 mil 500 millones de pesos que tuvo el 2021, el Hospital de Talagante logró mantener la productividad del establecimiento, evitando el recorte total del personal contratado a honorarios para enfrentar la pandemia.  “Hablamos con las 150 personas que estaban contratadas por Covid y dada la necesidad de pacientes, de reemplazos y descansos de los funcionarios para la debida atención, rebajamos los valores que se les estaban pagando, los ajustamos al valor que se le paga a un funcionario normal, porque el valor de un honorario Covid es más alto que un funcionario de planta o contrata”, explicó el director.

“Eso –añadió- nos permitió aumentar la producción, mantener el registro de producción y un debido cobro, porque a pesar de que nos recortaron o nos redujeron 2 mil 500 millones de pesos y con esa deuda que le nombraba al inicio, hoy día estamos cerrando el año 2021 con menos de 900 millones de pesos en deuda, habiendo ejecutado el 100% de los recursos”, sostuvo con cierto dejo de orgullo Claudio Román, quien no olvida que hasta hace 3 meses atrás todavía recibía oficios de la Contraloría General de la República solicitando el pago de facturas del año 2018, 2019 y 2020.

“Esa fue la realidad en materia presupuestaria, financiera, y cómo abordamos desde el punto de vista de la producción.  Acá nosotros no esperamos aportes fiscales, que el ministerio nos mandara más plata, sino tratamos en la medida de lo posible de aumentar la producción, situación que efectivamente logramos, cobramos esta mayor producción a Fonasa y esto, a pesar del recorte presupuestario, nos permitió llegar a un punto bastante aceptable en materia de deuda, considerando la alta cantidad de gastos que tuvimos el año pasado”, concluyó el Director del Hospital de Talagante, Claudio Román Codoceo.

 

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