Esta semana, en nuestro país se festejó el Día Nacional del Campesino y la Campesina, instancia que se celebra desde el año 1967, en conmemoración de la ley de Reforma Agraria y la Sindicalización Campesina.
Bajo el lema “La tierra para el que la trabaja”, la Reforma Agraria de 1967 (Ley 16.640) significó la dignificación del campesinado cuya vida hasta entonces estaba marcada por la precariedad y la pobreza, limitando su acceso a la salud, la educación y los derechos laborales. El trabajo de los campesinos era muy mal remunerado y en muchos casos ni siquiera era pagado. Asimismo, se reconoce el aporte que han realizado las y los campesinos al crecimiento económico y social de los sectores rurales del país.
Melipilla es una comuna mayoritariamente rural, y por lo mismo, el concejal de esta ciudad, Daniel Domínguez, puntualizó que “en esta fecha, se reconoce el tremendo aporte que han hecho hombres y mujeres, por el crecimiento económico y social de los sectores rurales de nuestro país”.
En línea con lo anterior, el concejal melipillano añadió que “la reforma agraria significó la dignificación del campesinado, cuya vida hasta entonces, estaba marcada por la precariedad y la pobreza, sin acceso real a la salud, educación, vivienda y sus derechos laborales. Esta ley cambió Chile (…) las nuevas generaciones pudieron forjar su destino y no quedarse obligados a trabajar para el patrón, muchas veces sin un sueldo”.
Para el concejal Domínguez, finalmente, “hoy debemos seguir este legado de lucha y defensa de nuestro campo, fortaleciendo la fiscalización al robo del agua, a la venta ilegal de las propiedades, al poco respeto a las personas, las tradiciones y de la cultura rural. Es importante que desde lo municipal, demos todo el apoyo a nuestra gente. Para avanzar, debemos hacerlo con igualdad, dignidad y justicia”.
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