Bomberos de Lonquén una de las tres compañías que mantienen una olla común en la Región Metropolitana

“Bomberos chico bueno” en todo tiempo y circunstancia, es una realidad y no sólo la frase de una canción de “Sexual Democracia”.   Así, por lo menos, ocurre en el caso de la Tercera Compañía del Cuerpo de Bomberos de Talagante, la cual desde hace semanas mantiene una olla común para que cientos de familias de Lonquén puedan satisfacer una de las necesidades más básica y fundamentales de todo ser humano para conservar la vida: comer.

“Nació al principio de cuatro voluntarios, más que nada porque la gente de acá de Lonquén estaba pasando necesidades, como en todos lados, pero estaban yendo a ollas comunes de La Islita (Isla de Maipo) y acá no había nada cerca.  Así, entre nosotros decidimos juntarnos, conversamos, y decidimos empezar a hacer esta olla común”, contó Karina Llanquinao, la voluntaria de la Tercera Compañía de Bomberos.

Según señaló la secretaria de la compañía, la idea que nació de la inquietud de algunos voluntarios, poco a poco movió a más corazones.  “Primero –partió- con donaciones de nosotros mismos y cuando empezamos a publicar la misma gente, las mismas personas, por ejemplo, negocios de acá, carnicerías, verdulerías, ellos mismos se acercaron y a través de los voluntarios empezaron a llegar las cosas con las que podemos preparar esta olla común y así nació, por la necesidad de la gente de acá de Lonquén que no tenía algo tan cerca”.

La joven mamá de una niña de 11 años y una de las cocineras de la olla común de la Tercera Compañía de Bomberos de Lonquén precisó que esta experiencia funciona todos los días domingos, “por el momento”, y permite dar un buen almuerzo a 150 a 200 personas cada jornada dominical.  Karina Llanqueo valoró lo que ha sido el aporte de algunas personas de la misma localidad para seguir ofreciendo este servicio desde hace cinco semanas, cada  domingo.

Por su parte, Cristián Gamboa, voluntario honorario por 17 años, destacó que este nuevo servicio a la comunidad, también ha sido beneficioso para ellos.  “En lo personal, para mí, ha sido súper gratificante, porque ha servido para unir a la compañía, para conocernos más como compañeros, porque en estos momento difíciles uno conoce historias, de repente, de personas que uno las ve todos los días, pero no sabe el pasar que tienen y esto nos ha servido para unirnos y para afianzar lazos”.

También, el voluntario afirmó que la olla común está cumpliendo plenamente su objetivo social.  “La agente está agradecida, más que nada, porque acá Lonquén es una localidad rural, entonces, la mayoría del trabajo es en el campo y los que no, trabajan en Santiago y allá está todo parado, entonces la gente lo está pasando muy mal en nuestra localidad, porque están sin trabajo y sin ingreso, todos tenemos familia, las deudas siguen y nosotros con este granito de arena los aliviamos, les aliviamos aunque sea el día domingo”.

Estofado de pollo fue el almuerzo de muchos lonqueninos que llegaron a retirar del puesto ubicado frente al cuartel de la Tercera Compañía y según nos contó Cristián Gamboa cada fin de semana se hace este esfuerzo y anuncia que la próxima semana serán porotos.  “Gracias a Dios nos llega donación de la comunidad y lo que más nos cuesta juntar es fruta, gracias a Dios tenemos la donación del pan, tomates y ají para el pebre, pero lo que más nos cuesta es conseguir fruta.

Por último, el Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Talagante dijo que la Tercera Compañía cuenta con todo el respaldo de la institución e indicó que esperaba que ocurriera.  “Los voluntarios tienen esa pasión de ayudar a los demás, sin pedir nada a cambio, está en la esencia de cada uno, y cuando recibo esta petición, la canalizó, y el Honorable Directorio General, no dudó en aprobar esta linda y hermosa labor que están realizando”, señaló el Sebastián Rosas, quien indicó que cualquier ayuda se puede hacer llegar al cuartel de Lonquén o en el Cuartel General de la Plaza de Armas de Talagante.

 

 

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