“A nosotros como familia nos destruyeron la vida”

Esta semana y a más de 1 año y medio de lo ocurrido, el Tribunal Oral en lo Penal de Melipilla  declaró culpable de cuasidelito de homicidio y cuasidelito de lesiones graves, a Camilo Riquelme,  de 22 años, conductor de la camioneta que participó en la fatal colisión registrada en el camino a Bollenar en 2011, donde fallecieron 3 personas.

Por lo anterior, es que la madre y abuela de dos de las víctimas fatales, rememoró todo el proceso que ha vivido y entregó detalles de la vida que lleva junto a su familia, después de esta tragedia que conmovió a toda la provincia.

La vida de Paola Velásquez no es la misma desde aquel 17 de octubre de 2011, donde un trágico accidente que se registró en el camino que une a Melipilla con Bollenar, le quitó a dos miembros importantes de su familia; su hija María Paz, de 19 años, y su nieto Cristóbal de tan sólo 2 meses.

El accidente dejó un total de 3 fallecidos, las dos víctimas antes mencionadas, más el conductor del colectivo, que se trasladaba en dirección a Bollenar.

Por lo anterior es que esta semana y a más de 1 año de lo ocurrido, el Tribunal Oral en lo Penal de esta ciudad declaró culpable de cuasidelito de homicidio y cuasidelito de lesiones graves, a Camilo Riquelme, de 22 años, conductor de la camioneta que participó en la fatal colisión.

El recuerdo de su hija y su nieto están latentes en la memoria de Paola Velásquez, quien conversó con El Labrador y dio cuenta del proceso que ha tenido que enfrentar durante 1 año y 8 meses de ocurrido este fatal accidente.

La entrevistada habló respecto al tratamiento sicológico al cual ha sido sometida su familia, los últimos minutos con su hija y también sobre el sentimiento en contra del responsable del accidente.

“Estamos muy mal, a nosotros como familia nos destruyeron la vida y con este accidente murió gente que no tenía que morir. Mi hija tenía 19 años, mi nieto 2 meses. El día de su funeral mi hija cumplía 20 años y mi nieto 2 meses, entonces es traumático…nosotros, mi familia, mis niños, mi pareja (estamos) todos mal, estamos alterados, tengo una niña de 6 años que la crió mi hija y está con problemas sicológicos y mal…todo mal”, señaló.

Para la madre de María Paz Cruz y abuela del pequeño Cristóbal, rememorar los duros momentos que ella y su familia han tenido que soportar, ha sido bastante complejo, sobretodo durante el juicio que se desarrolló esta semana y que mañana lunes culminará con la lectura de sentencia. “Fue muy doloroso. Yo no había visto imágenes del accidente, tuve que verlas y fue muy traumático”, aseguró.

20 MINUTOS ANTES

La joven y su hijo estuvieron gran parte de aquel 17 de octubre en la capital. El bebé tenía uno de sus controles y durante la tarde se dedicaron a celebrar el cumpleaños de Cristóbal Barrera, pareja de María Paz y padre del lactante. Una vez de regreso a Melipilla, la muchacha pasó a visitar a su madre a un local de confites donde trabajaba en aquel entonces y fue ahí donde hablaron por última vez.

“Yo estuve con ella 20 minutos antes del accidente. Ella venía de Santiago y pasó a contarme cómo le había ido con el doctor con el niño y venía muy contenta porque –aparte- ese día estaba de cumpleaños su pareja, el papá del bebé y habían compartido toda la tarde con él, le llevaron regalos y había estado todo muy bien. Venían muy contentos y después de 20 minutos, me entero del accidente, fue terrible”, señaló.

RESPONSABLE

Recordemos que el accidente se produjo en el kilómetro 4,5 de la ruta que une a Melipilla con Bollenar, lugar donde el vehículo conducido por Camilo Riquelme, sobrepasó el eje central de la calzada impactando frontalmente un taxi colectivo, que luego volcó y cayó a un canal de regadío.

La entrevistada aseguró no sentir odio contra el responsable del accidente, pero sí espera que se haga justicia. “En mi corazón no cabe la palabra odio, no odio a nadie, pero sí quiero que se haga justicia, que los jueces se pongan la mano en el corazón y den una pena para él (…), él dice que lleva 3 días sin dormir, que todavía está con tratamiento sicológico, pero nosotros llevamos 1 año 8 meses con esta pena, con este dolor, sin tener un sueño relajado”, precisó.

Riquelme, arriesga una pena entre los 61 días y los 3 años de cárcel, los que para esta familia no son suficientes por el hecho de que fueron tres vidas las que se perdieron.

“Estoy totalmente en desacuerdo con esa pena, porque 61 días ni siquiera significa que quede detenido, seguiría en libertad, nunca estuvo preso y 3 años para mí no es nada. Yo sé que él no me va a devolver lo que nosotros perdimos (…), pero yo creo que (la condena) no es nada, hay personas que se roban una gallina y están 5 años, él mató tres vidas, tres seres humanos de bien, don Bruno (conductor del taxi) era una persona intachable, mi hija también, era buena persona, el niño, recién llegando a la vida…no pudimos disfrutarlo”, indicó.

 

TRANQUILIDAD

La palabra “tranquilidad”, desde el accidente que ya no forma parte del léxico diario de esta familia. Paola Velásquez nunca más volvió a trabajar, parte de los integrantes del núcleo familiar estuvieron con apoyo sicológico y por estos días poder dormir plácidamente es literalmente “un sueño”.

Los recuerdos de sus familiares, el participar del juicio durante esta semana y el estar a la espera de la lectura de sentencia, no ha hecho más que aumentar el nerviosismo y la incertidumbre.

“Yo no puedo trabajar, no puedo dormir tranquila…en la casa ya no hay esa paz que había antes. Todo se vuelve discusión, porque estamos todos mal. No hay una tranquilidad en la casa, que está llena de sus fotos, de recuerdos de ellos, cada momento, uno se acuesta y se levanta pensando en ellos, pidiéndoles que por favor nos den conformidad, pero no se puede, nadie puede”, finalizó.

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